Cacao puro en polvo: la opción saludable

La cosa está así: nadie quiere un poco de cacao puro en su leche del desayuno. En un mundo donde Cola-Cao es una institución y Nesquik se reparte parte de ese pastel, parece que poco hay que hacer al respecto. Si echamos una ojeada a las estanterías del súper dedicadas a estos productos para "chocolatear" la leche, no encontraremos más que botes cuyo principal ingrediente es azúcar, y puede que el segundo (con suerte) sea el cacao. Poco o ningún espacio se dedica al verdadero cacao en polvo, cuyo único ingrediente es cacao.



LA INDUSTRIA Y EL CACAO: LA IMPORTANCIA DEL ETIQUETADO
El cacao es caro, sobre todo el que es de calidad. La mayoría de marcas van aumentando paulatinamente la cantidad de azúcar o de otros ingredientes que componen el preparado, en detrimento de la cantidad de cacao, simplemente por abaratar costes. Dichos preparados alimenticios se fabrican a base de azúcar (que suele ser su principal ingrediente), cereal malteado y un porcentaje de cacao que no suele sobrepasar el 20% en la mayoría de estos productos. Respecto a las variedades 0% azúcar o Diet, no hay que fiarse: suelen contar en su composición con dextrinas en lugar de azúcar, que a efectos nutricionales es decir casi lo mismo. Por otra parte, un preparado soluble a base de cacao que lleve un sello ecológico o de comercio justo, no garantiza que vaya a ser más saludable; es decir, no nos asegura que tenga menos azúcar que un Cola-Cao normal. Habrá que leer siempre el etiquetado, haciendo especial hincapié en la lista de ingredientes. Por lo tanto, mi apuesta es firme: elegir un cacao puro en polvo, de calidad y, a ser posible, de comercio justo.

Etiquetado de un cacao puro el polvo. Especifica sin azúcares añadidos
y con 0,7 g de azúcar a los 100 g

ACOSTUMBRANDO AL PALADAR A SABORES EXCESIVAMENTE DULCES
El tema no es un juego: millones de niños en España desayunan cada día su leche con Cola-Cao, incluso la toman a la hora de la merienda y muchos también antes de irse a la cama. Con tres vasos de Cola-Cao al día, preparados según la dosificación recomendada por la marca, nos estamos metiendo unos 21 gramos de azúcar en el cuerpo, el equivalente a tres o cuatro terrones. Y por otra parte, lo ideal sería no acostumbrar al paladar a unos niveles de dulzor tan elevados.

Quién más, quién menos habrá llegado a dilucidar que el cacao puro en polvo, es digamos, ¡cacao amargo! ¿Quién no ha probado alguna vez el chocolate del 99% y se ha sorprendido por el sabor tan intenso que tiene? Pero no es lo mismo comer un pedacito de esa tableta que añadir un poco de cacao puro en polvo a la leche. El amargor del cacao se neutraliza con la leche, y el propio sabor dulzón de la misma (o de la bebida vegetal que utilicemos, sobre todo la de avena, arroz o almendras) confiere a la mezcla un equilibrio entre dulzor y amargor al cual el paladar no tarda más que unos pocos días en acostumbrarse. Y es que, después de empezar a consumir cacao puro en polvo, el resto de preparados chocolateados para disolver en leche no os sabrán más que aberrantemente dulces, y... ¡sorpresa! ¿Dónde está el sabor del cacao en esos productos? 

Para aquellos que no conciben su desayuno sin su bebida chocolateada, podemos empezar añadiendo media (o una) cucharadita de cacao en polvo y otra media de azúcar, e ir reduciendo poco a poco la dosis de este último. Un día se te olvidará añadir el azúcar y no te darás ni cuenta... ¡te lo aseguro! Y además, tu paladar no encontrará comparación entre una taza de bebida con un buen cacao, aromático, de calidad y de comercio justo, (si es posible) y la típica leche con Cola-Cao, en la que precisamente el sabor a cacao brilla por su ausencia.

EL VERDADERO CACAO PURO EN POLVO Y DÓNDE ENCONTRARLO
Pero volvamos al supermercado, ¿dónde está el cacao puro en polvo? Entre miles de botes y marcas diferentes nos encontramos con decenas de rótulos y alegaciones nutricionales: 0% azúcar, light, bajo en azúcar, instantáneo, a la taza, rico en magnesio, natural, ecológico... Pero si leemos detenidamente el etiquetado veremos en la mayoría de ellos azúcar como ingrediente principal. Nuestra misión será encontrar un cacao puro en polvo cuyo único ingrediente sea (sorpresa, sorpresa), CACAO.

No es fácil. En la mayoría de supermercados y grandes superficies con suerte encontraremos únicamente el cacao puro marca Valor especial repostería (que por cierto, nos vale). Su precio puede resultarte mayor que el del resto de preparados chocolateados, pero te compensará porque utilizarás mucha menos cantidad. Existen otras marcas menos conocidas como La Chocolatera o El Granero. A veces incluso nos tocará dejar de buscar en la sección de preparados instantáneos de cacao para irnos a la sección de repostería, donde se suelen encontrar más habitualmente. También podemos optar por comprar en alguna tienda o establecimiento especializado: ciertos herbolarios y tiendas agroecológicas cuentan entre sus estanterías con diferentes marcas de cacao puro en polvo... ¡incluso lo venden a granel! Simplemente aseguraros de que su único ingrediente sea el cacao.

Una vez en casa, vuestro botecito de cacao puro os servirá no solamente para chocolatear la leche, sino también para elaborar muchas otras recetas como batidos, gachas de avena, bizcochos y galletas saludables, helados caseros, y un largo etcétera. Le sacaréis mucho más partido que a cualquier preparado azucarado.



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