6 Pasos para comer de manera consciente

Seguro que habrás oído hablar últimamente de algo llamado mindfulness. Es un término anglosajón que se traduce como "atención plena" o "conciencia plena", que hace referencia a estar atento de manera intencional a lo que hacemos, sin rechazar en forma alguna la experiencia. En los últimos tiempos, este término se ha trasladado al campo de la alimentación, adaptándose como mindfoodness o mindfull eating, que quiere decir "comer de manera plena o consciente".

LA IMPORTANCIA DEL MINDFULNESS EN LA ALIMENTACIÓN
¿Qué ocurre cuando no somos conscientes de lo que hacemos? Una de dos, que perdemos el control de nuestros actos o bien, que "automatizamos" lo que estamos haciendo. Pues algo así ocurre con el proceso de la alimentación. Si nos ponemos "en piloto automático" mientras comemos, perdemos la noción de: qué estamos comiendo, cuánto estamos comiendo, cómo estamos comiendo y por qué estamos comiendo. Y eso, desde ningún punto de vista es favorable. Lo primero, porque ello puede provocar una mayor tendencia a comer más de lo que necesitamos, y a no masticar suficientemente los alimentos, perjudicando de esta manera a nuestro mecanismo hambre-saciedad y a nuestras digestiones. Empezaremos, por tanto, a realizar comidas innecesariamente copiosas y/o desorganizadas.
Si comemos de manera automática, perdemos la noción de qué, cuánto, cómo y por qué estamos comiendo, perjudicando a nuestro mecanismo hambre-saciedad
CÓMO COMER DE MANERA CONSCIENTE
Encontramos muchísima literatura sobre ello: nutricionistas, psicólogos, expertos en alimentación o coaches nutricionales han escrito libros, artículos científicos, notas de prensa o entrevistas. Los métodos y herramientas asociados al mindfull eating son muy diversos, y normalmente se adaptan a cada caso particular, pero podemos resumirlos en unos cuantos puntos básicos comunes a todos ellos que nos pueden resultar últiles para "dejar de comer de manera automática".



1. Planifica tu alimentación. En la medida de lo posible, planifica qué es lo que vas a comer. Invierte algo de tiempo en la compra semanal y en cocinar algo saludable, por rápido que sea.

2. Pon la mesa. Prepara el lugar en el que vas a comer. Pon un mantel (aunque comas solo, un mantel individual), cubiertos, vasos, servilletas... ¡todo! 

3. Siéntate a comer. Bajo ningún concepto comas de pie, a no ser que sea una situación excepcional. Procura comer sentado, tranquilamente. Ello favorecerá que se coma de manera más consciente, enfocando la atención en el plato.

4. Evita distracciones. Hoy en día, las fuentes de distracción son cada vez más diversas. Ya no solo la televisión, sino también el móvil, la tablet u otros dispositivos electrónicos. Si fuera necesario, ponlos en silencio para evitar molestas notificaciones. Sí está permitido entablar una conversación con otras personas, e incluso será favorable. Podéis comentar la preparación culinaria en cuestión, lo que os permitirá ser más conscientes de lo que estáis haciendo.

5. Todos los sentidos en el plato. Ahora que ya está todo preparado, procura enfocar tus cinco sentidos en el alimento. Su presentación, colores, olor, textura, tacto en boca, gusto, etc. Mastica bien, sin prisa, y ve valorando tu sensación de saciedad conforme vas avanzando. Si llega un punto en que te encuentras saciado y aún tienes comida en el plato, ¡no importa! Guárdala para otro momento. O si por el contrario, aún tienes hambre, valora la necesidad de repetir o bien de tomar algo de postre (fruta, yogur, etc). 

6. Valora tu saciedad después de comer. Si te has quedado demasiado lleno o has comido demasiado, ¡no pasa nada! No es necesario realizar ningún mecanismo compensatorio. Simplemente, para la próxima vez, tenlo en cuenta y consume menos cantidad de alimento, repasando los puntos anteriores para favorecer el acto consciente de comer.

Algunos consejos extra...
  • Para evitar llegar con mucha hambre/ansiedad a las comidas, no dejes pasar muchas horas entre comida y comida (ej. más de 4 horas), sobre todo, si estás teniendo una gran actividad física/mental.
  • Si fuera necesario, planifícate algún snack saludable: fruta, yogur con frutos secos, tostada con untables saludables (hummus, guacamole...), gachas de avena, frutas desecadas, etc. EVITA ALIMENTOS SUPERFLUOS (galletas, bollería, patatas fritas, etc).
  • En cualquier caso, es bueno recordar que puedes contar con la ayuda de un dietista-nutricionista que estudiará tu caso concreto, ayudándote a identificar y gestionar mejor tu sensación de hambre/saciedad, individualizando las pautas a seguir y de esa manera, conseguir una mejor relación con la comida.

_______
Copyright 2020. El Blog de Claudia©. Todos los derechos reservados.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Interacciones fármaco - alimento

El engaño de la avena

5 Cenas rápidas y saludables

Galletas vs. Bollería industrial. ¿Cuál es más sana?

5 Desayunos rápidos y saludables