¡Bienvenidos!

Un buen porcentaje de los que nos dedicamos profesionalmente a algo relacionado con la alimentación, nutrición y/o dietética acabamos abriendo un blog para divulgar, más o menos humildemente, nuestros conocimientos. Siempre llego a la conclusión de que ocurre por nuestra imperante necesidad de poner en conocimiento de tod@ vosotr@s ciertos conceptos básicos, y de revisar y actualizar toda la información que surge de manera frenética en este campo tan cambiante. 

Creo que la mayoría de dietistas-nutricionistas nos encontramos con situaciones frustrantes en nuestro trabajo, al ser conscientes de lo necesario que es informar de una manera veraz a la población en materia de alimentación, sin hacerle líos y sin complicarle la vida. Disipar dudas, mitos, informaciones mal contrastadas y otras formas de desinformación con las que el ciudadano de a pie se encuentra cualquier día de su vida cobra cada vez mayor importancia: ¿La carne roja es mala? ¿Pero no era buena para subir el hierro? Y el alcohol... ¿ahora provoca cáncer? Pero el vino es cardiosaludable... ¿o no? Y también dicen que el azúcar es mucho peor que las grasas, ¿y los edulcorantes? ¿Son mejores o peores? 

Por otra parte, la educación nutricional en materia de prevención debería ser el pilar fundamental de la mayoría de las políticas sanitarias. Al fin y al cabo, una vez el paciente llega a una consulta de nutrición y dietética, lo hace normalmente porque ya tiene un problema, del tipo que sea... Apuesto a que la sensación de muchos compañeros de profesión frente a la situación actual es la de que algo se nos va de las manos, sobre todo al observar nuestras tasas de sobrepeso y obesidad infantil. Entonces nos preguntamos ¿Qué podemos hacer? ¿Cómo hacemos llegar el mensaje a todo el mundo? 

Y a veces la sensación mas inmediata pueda ser escribirlo y publicarlo en internet... Un blog.

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