Sobre milagros, hábitos y alimentación

En esta época post-vacacional comienza un intenso bombardeo de (des)información sobre alimentación y dietas. Después del período estival, muchas personas intentan tomarse en serio eso de bajar unos kilos, y aprovechan esta vuelta a la rutina para poner en práctica dicho propósito. Hasta aquí todo bien. El siguiente paso es, digamos, informarse. Y precisamente en este punto empiezan a aparecer los primeros problemas, porque a todas horas y a través de diversos canales, comienzan a saturarnos con información sobre productos y regímenes dietéticos que prometen grandes resultados en muy poco tiempo... y sin cambiar de hábitos. 

Es momento para reflexionar y plantearse si eso tiene sentido. Pongamos un ejemplo: 

• María siempre ha tenido algo de sobrepeso, pero durante este último año se ha abandonado un poco: se ha alimentado mal y ha hecho muy poco ejercicio físico. Esto se ha traducido en una ganancia de peso de unos 8 kg desde que que empezó el año hasta ahora. Consciente de esta realidad, María ha decidido que tiene que bajar esos kilos como sea. Durante estos días ha leído en una revista de tirada nacional algo sobre una dieta que siguen numerosas celebrities, con una gran presencia de alimentos con poder diurético (como piña, o alcachofa), y con legumbres, pasta, pan, arroz y patata como alimentos prohibidos. Sin embargo, durante un día a la semana, podrá hacer "dieta libre" y comer y beber todo lo que quiera durante esas 24 horas. María decide que el esfuerzo merece la pena, y que además podrá tener una "recompensa" los fines de semana. Así que no se lo piensa más y decide empezarla. María consiguen bajar algo más de 5 kg en apenas diez días, y está bastante motivada, pero la dieta empieza a aburrirle y además se siente muy cansada física y mentalmente, sobre todo durante sus horas de trabajo, y cuando llega a casa apenas le quedan fuerzas para realizar sus actividades cotidianas, por lo que tampoco está haciendo ejercicio. Después de apenas dos semanas, María empieza a saltarse la dieta y poco a poco, la va abandonando y vuelve a alimentarse como hacía antes. Al cabo de unos pocos meses, María ha ganado más peso del que había perdido. 

Este es un caso muy común, y quienes alguna vez se hayan aventurado a probar una "dieta milagro" pueden corroborarlo. Por tanto, ¿qué podemos sacar en conclusión?

1. Que intentar bajar de peso sin adquirir hábitos alimentarios saludables nos garantiza prácticamente la recuperación de todo el peso perdido una vez se abandona la dieta.
2. Que un régimen de adelgazamiento en el que se restringen grupos de alimentos nunca puede constituir una dieta equilibrada, resultando además monótono y aburrido, aumentando el riesgo de abandonarlo.
3. Que los medios de comunicación nos sobreexponen a información fraudulenta con fines económicos: vender más unidades, tener más audiencia, anunciar productos "milagro" para bajar de peso...

Adquirir unos hábitos saludables será clave no solamente para bajar de peso, sino para evitar recuperar el peso perdido. Y más allá de kilos arriba o abajo: alimentarse adecuadamente nos va a procurar una serie de garantías de salud: menos riesgo de problemas cardiovasculares, menor riesgo de cáncer y otras enfermedades como diabetes, problemas hepáticos o renales, mayor salud ósea e intestinal, y en definitiva... mayor esperanza y calidad de vida. 

Adquirir unos hábitos saludables será clave no solamente para bajar de peso, sino para evitar recuperar el peso perdido

Por lo tanto, es importante no confiar nuestra salud en lo que figure en ciertos libros y revistas, o cierta información que nos llegue a través de los medios publicitarios... El profesional sanitario que mejor va a poder aclarar todas vuestras dudas, identificar y corregir errores alimentarios y ayudaros a alcanzar vuestro objetivo de peso va a ser un dietista-nutricionista.